Un día, un tipo apunto de morir, comenzó a decir sus últimas palabras...
Aquí estoy, tirado sobre el fango. Poco o quizás nada de vida hay a mi alrededor. Poco o quizás nada de vida queda en mi propio interior...
De pronto vino alguien, se sentó junto a él y le respondió...
Todo fue tan confuso. Estabas en aquella esquina acorralado por todos y todos ellos te apuntaban con el dedo, despreciándote, aborreciéndote. Y así te diste cuenta que las sonrisas del pasado que muchas mentes superficiales esbozaron frente a ti, eran totalmente falaces. O talvez tú mismo hiciste que estas se tornaran irreales. Ya no lo sabes, ya no eres capaz de afirmar nada. Te has convertido en una aberración total.
Aquí estoy, tirado sobre el fango. Poco o quizás nada de vida hay a mi alrededor. Poco o quizás nada de vida queda en mi propio interior...
De pronto vino alguien, se sentó junto a él y le respondió...
Todo fue tan confuso. Estabas en aquella esquina acorralado por todos y todos ellos te apuntaban con el dedo, despreciándote, aborreciéndote. Y así te diste cuenta que las sonrisas del pasado que muchas mentes superficiales esbozaron frente a ti, eran totalmente falaces. O talvez tú mismo hiciste que estas se tornaran irreales. Ya no lo sabes, ya no eres capaz de afirmar nada. Te has convertido en una aberración total.

Te quedaste sin nadie a quien acudir. Ya no hay nadie quien te consuele, nadie quien te conforte. Esa persona, la única que era capaz de compartir tu sufrimiento y tratar de vencerlo contigo, desapareció. Lo hizo para siempre, y te quedaste solo por tu cuenta. Y lo peor, lo peor es que no sabes que hacer. Sigues tirado en el fango...
El tipo se detuvo un momento, pero prosiguió con su sermón.
Las moscas revolotean cerca de tu cuerpo, esperando que tomes el último aliento. Te mantienes quieto, ya no tienes fuerzas para moverte, y aquellos que te acorralaron y señalaron, vienen a restregar en tu rostro la desdicha que sufres. Vuelven y se tornan frente a ti, te escupen, patean tu cabeza, y tú no puedes hacer nada.
La impotencia te carcome, te empapas en sudor y lágrimas, lágrimas silenciosas y casi invisibles que nadie logra notar. Y te mueres por gritar, por rogarles de que dejen de lastimarte, pero las fuerzas no te alcanzan.
Se te ha agotado la voz, y lo único que consigues es un grito ahogado que se pierde en la oscuridad. Irradias sufrimiento, irradias dolor. Simplemente nadie lo percibe... simplemente parece que estás bien. Te siguen pateando, las moscas esperan pacientes a un lado su preciado banquete.
Simplemente ya no hay salida, no puedes escapar de allí, ni hay a donde ir. Tu refugio se perdió, te abandonó... dejándote solo en la espera del final.
El extraño calló… el moribundo decía…
Poco o quizás nada de vida queda en mi interior...
… Ya me voy.
El tipo se paró y se fue, no podía hacer nada más… El tipo se detuvo un momento, pero prosiguió con su sermón.
Las moscas revolotean cerca de tu cuerpo, esperando que tomes el último aliento. Te mantienes quieto, ya no tienes fuerzas para moverte, y aquellos que te acorralaron y señalaron, vienen a restregar en tu rostro la desdicha que sufres. Vuelven y se tornan frente a ti, te escupen, patean tu cabeza, y tú no puedes hacer nada.
La impotencia te carcome, te empapas en sudor y lágrimas, lágrimas silenciosas y casi invisibles que nadie logra notar. Y te mueres por gritar, por rogarles de que dejen de lastimarte, pero las fuerzas no te alcanzan.
Se te ha agotado la voz, y lo único que consigues es un grito ahogado que se pierde en la oscuridad. Irradias sufrimiento, irradias dolor. Simplemente nadie lo percibe... simplemente parece que estás bien. Te siguen pateando, las moscas esperan pacientes a un lado su preciado banquete.
Simplemente ya no hay salida, no puedes escapar de allí, ni hay a donde ir. Tu refugio se perdió, te abandonó... dejándote solo en la espera del final.
El extraño calló… el moribundo decía…
Poco o quizás nada de vida queda en mi interior...
… Ya me voy.
… Ambos eran la misma persona…
(16/03/07)
2 comentarios:
facil..., pocos no se han sentido alguna vez asi, es un estado q va y viene, es el orgasmo de un angel caido, es el delirio de dios...
Ñau, jaja, siempre tan exquisito con el vocabulario! Thanks!
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