3 días
Pensar... Estoy en 3 días de coma... después de esto no quedará nada. Despertaré o finalmente pasaré al deceso. Así de simples son las cosas.
Y es que cuando se muere, uno ya no puede revivir, se apaga la ultima luz existente y se ahoga un grito desesperado, que se pierde en el vacío, dejando la garganta seca, sin ninguna otra voz para intentar gritar.
3 días, tiempo de preparación, tiempo de asimilación y de lágrimas, para que cuando finalmente el tiempo cero llegue, no sea necesario llorar, y sea mas fácil la recuperación de lo ocurrido.
3 días de hacerse el fuerte y fingir que a uno no le importará la sentencia por más dura que sea, cuando de verdad, dentro de esa coraza, uno se derrumba, y se ve expuesto a todos los miedos más fúnebres.
3 días, no más. El tiempo antes del principio, o el tiempo antes del final. Quizás simplemente no habrá un cuarto día, y el todo tristemente acabará, dejando nada... nada más.
3 días y quizás con eso, la película termine. No habrá una segunda parte, fue un fracaso total, y nadie se animará a rebobinarla.
3 días y sin el cuarto, llegará la partida. Aquel ilustre barco abandonará mis puertos para siempre y se marchará de aquí para buscar otros mares, Océanos más grandes donde se animará a navegar con la libertad que mi puerto nunca le pudo dar.
Se inician los 3 días, 3 días de espera al deceso, y se respira un aire inmundo, un aire de abandono...
Sigo en coma, y al parecer, no despertaré. Mi pulso se hace cada vez más lento y en el cielo se posa la última estrella, que anuncia la posible desaparición de la luz. La luna.
La luna que se quiere marchar para siempre, y sin embargo duda, pues dejará desconsolado al único perro que la observa con cautela enamorado. Aquél perro que se niega a quitar la mirada, y sin embargo sabe que debe voltear, y aceptar la pérdida.
Aquél perro que aun mantiene la esperanza... la última gota de ese elixir que lo mantiene vivo y lo deja respirar... aquél perro que sabe que debe desistir, y que debe correr e ir a otros campos.
Aquél perro que debe huir, que sabe que tiene que hacerlo, y que simplemente no puede... No puede, y no sabe como demonios lidiará con la partida de su amada... que en 3 días se marchará a otro cielo.
Son 3 días y posiblemente se cierre la última puerta. La puerta que no permitirá mi ingreso nunca más, aquella que se cerrará, y con ella se llevará la ultima ilusión.
Esa puerta que ahora está entrecerrada y que no se sabe si dentro de 3 días se abrirá triunfante, o finalmente se cerrará para toda la eternidad.
3 días y puede que el sueño termine, ¿qué puedo decir? Despertaré y todo lo vivido en esa falaz realidad se extinguirá.
3 días para que los sueños se hagan realidad, o simplemente 3 días para despertar desilusionado con el amargo sabor en los labios, de que todo lo soñado, jamás se realizará.
3 días, solo eso... 3 días que desde ahora parecen interminables, 3 días los mas duros, entre las grietas de la razón y la demencia.
3 días y sigo en coma, mi pulso se adormece, los latidos suenan entrecortados, y pocas esperanzas quedan, aunque tercamente aún las hay.
Después del 3 día ya nadie dará su brazo a torcer... 3 días... quizás menos...
Solo a esperar con paciencia... la llegada de un renacer.
(17/09/06)
Pensar... Estoy en 3 días de coma... después de esto no quedará nada. Despertaré o finalmente pasaré al deceso. Así de simples son las cosas.
Y es que cuando se muere, uno ya no puede revivir, se apaga la ultima luz existente y se ahoga un grito desesperado, que se pierde en el vacío, dejando la garganta seca, sin ninguna otra voz para intentar gritar.
3 días, tiempo de preparación, tiempo de asimilación y de lágrimas, para que cuando finalmente el tiempo cero llegue, no sea necesario llorar, y sea mas fácil la recuperación de lo ocurrido.
3 días de hacerse el fuerte y fingir que a uno no le importará la sentencia por más dura que sea, cuando de verdad, dentro de esa coraza, uno se derrumba, y se ve expuesto a todos los miedos más fúnebres.
3 días, no más. El tiempo antes del principio, o el tiempo antes del final. Quizás simplemente no habrá un cuarto día, y el todo tristemente acabará, dejando nada... nada más.
3 días y quizás con eso, la película termine. No habrá una segunda parte, fue un fracaso total, y nadie se animará a rebobinarla.
3 días y sin el cuarto, llegará la partida. Aquel ilustre barco abandonará mis puertos para siempre y se marchará de aquí para buscar otros mares, Océanos más grandes donde se animará a navegar con la libertad que mi puerto nunca le pudo dar.
Se inician los 3 días, 3 días de espera al deceso, y se respira un aire inmundo, un aire de abandono...
Sigo en coma, y al parecer, no despertaré. Mi pulso se hace cada vez más lento y en el cielo se posa la última estrella, que anuncia la posible desaparición de la luz. La luna.
La luna que se quiere marchar para siempre, y sin embargo duda, pues dejará desconsolado al único perro que la observa con cautela enamorado. Aquél perro que se niega a quitar la mirada, y sin embargo sabe que debe voltear, y aceptar la pérdida.
Aquél perro que aun mantiene la esperanza... la última gota de ese elixir que lo mantiene vivo y lo deja respirar... aquél perro que sabe que debe desistir, y que debe correr e ir a otros campos.
Aquél perro que debe huir, que sabe que tiene que hacerlo, y que simplemente no puede... No puede, y no sabe como demonios lidiará con la partida de su amada... que en 3 días se marchará a otro cielo.
Son 3 días y posiblemente se cierre la última puerta. La puerta que no permitirá mi ingreso nunca más, aquella que se cerrará, y con ella se llevará la ultima ilusión.
Esa puerta que ahora está entrecerrada y que no se sabe si dentro de 3 días se abrirá triunfante, o finalmente se cerrará para toda la eternidad.
3 días y puede que el sueño termine, ¿qué puedo decir? Despertaré y todo lo vivido en esa falaz realidad se extinguirá.
3 días para que los sueños se hagan realidad, o simplemente 3 días para despertar desilusionado con el amargo sabor en los labios, de que todo lo soñado, jamás se realizará.
3 días, solo eso... 3 días que desde ahora parecen interminables, 3 días los mas duros, entre las grietas de la razón y la demencia.
3 días y sigo en coma, mi pulso se adormece, los latidos suenan entrecortados, y pocas esperanzas quedan, aunque tercamente aún las hay.
Después del 3 día ya nadie dará su brazo a torcer... 3 días... quizás menos...
Solo a esperar con paciencia... la llegada de un renacer.
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