Desperté en medio de ascuas
Y sin más me extinguí
Solo quedaron cenizas
No quedó más ya de mí
Las cálidas lenguas de fuego
Eran un tibio cobertor
Pero ahora este triste siervo
Ha sucumbido ante el dolor
El fuego por el fuego
El llanto y estupor
Las llamas me encendían:
Una eterna combustión
Quién habrá sido el culpable
De esta perdición febril?
Quién habrá sido partícipe
De este vulgar ardid?
Y a pesar de las cenizas
De las que desaparecí
Hubo un viento muy solemne
Un chispazo, un frenesí
Hoy he vuelto, encandecido
Solo un baño fue de mí
Fuego al fuego, viento al cielo
Como un fénix renací
Lima
(Febrero)
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