Cuando desperté, él dormía plácidamente. La noche anterior había sido agotadora. Su cuerpo estaba envuelto entre las sabanas, y al ver su reloj en la mesa de noche me di cuenta de que eran las siete y cuarto.
Decidí bajar a desayunar antes de que despertase, y de puntillas, con la sábana cubriéndome el cuerpo me dirigí hasta el baño para asearme y cambiarme. Afuera de la ventana de aquella acogedora habitación de hotel, nacía un sol precioso.
Cuando ya estaba con la ropa puesta, abrí el caño del lavabo y empecé a cepillarme los dientes.
Chhh…chhh... chhh tuf.
- Noooo!! No te detengas!
Tras escupir, escuché aquel desconcertante alarido viniendo de la habitación.
- ¿Qué sucede?
- No te detengas, sigue cepillándote.
- Pero…
- Solo sigue…
Aún no había acabado de cepillarme, así que proseguí. El sonido del agua cayendo desde el caño abierto evitó que oyera los rumores de gemidos que venían desde la otra habitación. Terminé y lo único que oí fue un…ahhhhhh.
Cuando salí del baño, la imagen que vi me aterró. Él estaba recostado con las manos debajo de su cabeza, mostrando una mueca placentera. Al parecer se había vuelto a dormir, alrededor suyo, se exhibían las sabanas embarradas.
Caí desmayada.
Decidí bajar a desayunar antes de que despertase, y de puntillas, con la sábana cubriéndome el cuerpo me dirigí hasta el baño para asearme y cambiarme. Afuera de la ventana de aquella acogedora habitación de hotel, nacía un sol precioso.
Cuando ya estaba con la ropa puesta, abrí el caño del lavabo y empecé a cepillarme los dientes.
Chhh…chhh... chhh tuf.
- Noooo!! No te detengas!
Tras escupir, escuché aquel desconcertante alarido viniendo de la habitación.
- ¿Qué sucede?
- No te detengas, sigue cepillándote.
- Pero…
- Solo sigue…
Aún no había acabado de cepillarme, así que proseguí. El sonido del agua cayendo desde el caño abierto evitó que oyera los rumores de gemidos que venían desde la otra habitación. Terminé y lo único que oí fue un…ahhhhhh.
Cuando salí del baño, la imagen que vi me aterró. Él estaba recostado con las manos debajo de su cabeza, mostrando una mueca placentera. Al parecer se había vuelto a dormir, alrededor suyo, se exhibían las sabanas embarradas.
Caí desmayada.
Cuando desperté, estaba tendida en la cama, no me percaté que estaba vestida y sin sábana alguna. Él se lavaba los dientes.
- Cariño, a qué no sabes el sueño que tuve…
(03/02/08)
6 comentarios:
"cepillandote", nueva faceta, experimentando..., bno, a fin de cuentas la fuerza electromagnetica y la fuerza débil no son mas que dos aspectos de una misma cosa no? :)
puta mare qué estupendo relato
me encantó
no es fácil encontrar gente creativa
buena voz
Participa y difunde:
CONVOCATORIA PARA LA PRIMERA ANTOLOGÍA DE POESÍA Y NARRATIVA BREVE “CATÁSTASIS” 2008
Mayor información:
http://edicionesorem.blogspot.com/
Love it!!! oe en serio... maldito niño... en serio tienes 16?????? por casualidad no eres ese que tiene 16 y que salió en La república y en Sucedió en el Perú??? bien ahí! estudiarás literatura?????????????? :-p
bien bacán lo del "cepillado" bien ahí!
este texto es el ke mas me gusto.. me hizo recordar a un cuento de Julio Cortazar que lei hace poco (=
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